REFLEXION PERSONAL TP Nº3
TP
Nº3 SET
REFLEXION PERSONAL
Área de Producción
REFLEXION PERSONAL
Área de Producción
Todo tuvo comienzo un jueves como cualquier otro de
cursada, pero este resulto tener un tinte especial. Esto se debió a una extensa
propuesta por parte de los profesores que iba a incursionarnos cada vez más en
el mundo del diseño. Nos plantean crear un vídeo tomando como punto de partida
una referencia pictórica. Y acá nace de mi otra vez mi famosa indecisión,
porque de todas las que busque me resulto difícil seleccionar sólo una, por
ende, tuve el doble trabajo de crear dos historias. Pero lamentablemente por
tiempos limitados en el taller no alcance a exponerlas, igual siendo sincera,
me parecían todas las propuestas de mis compañeros mejores, hasta yo misma
descartaba las que había creado.
Luego llega la repartija de los roles que cada uno íbamos
a desempeñar en el proyecto. Si bien un gran consejo que nos dieron fue elegir
un área donde no te sientas cómoda o donde puedas adquirir conocimientos
nuevos, yo sentía que en algunos roles no iba a casar una. Y me sentía como la
frase bien lo dice “más perdido que turco en la neblina”.
Tome la decisión, de cómo era mi primer trabajo de este
estilo y por mis características personales, introducirme en el área de
producción. Por suerte para mí, no hubo muchos postulantes y tuve la suerte de
compartir este aprendizaje con una gran compañera, Cecilia. Ambas somos muy
organizadas y eso creo que fue de gran ayuda al momento de sincronizar las
demás áreas de trabajo y así lograr una comunicación más fluida sin que se
pierda ni hasta el mínimo detalle.
Fue muy confortable para mí sentir que podía desde mi humilde
lugar brindar ayuda cuando algunos sectores entraban en caos, ya sea desde arte
para lograr conseguir la utilería necesaria para que todo brille, presenciar y
organizar el casting de actores, hasta ayudar a dirección con el cronograma del
día de rodaje.
Pero no todo es color de rosas una de las tareas que fue extensa sin duda fue la
averiguación de presupuestos en rentals de sonido, iluminación y utilerías. Y
ni hablar de lo que costaba el servicio de flete. Nuestro deseo era llegar a un
presupuesto accesible para todos, pero sin perder calidad en el video. Pero todo
sumaba, los precios se inflaban, y nuestros bolsillos temblaban. Hasta que cayó
un ángel del cielo, desde el set de FADU obtuvimos un gran empujón con todos
los equipos tanto de iluminación como de sonido que nos brindaron.
Al fin y al cabo sin buscar entrometerme en estas
áreas, me había encontrado buscando en
google ¿Qué era un Portatelgo, un Libec, un Tripode Manfrotto?, ni sabía que existían tanta variedad o que
cosas tan específicas de acuerdo a los efectos a lograr que necesitaban sonido
e iluminación.
Y el tiempo de pre-producción casi se agotaba. De un día
para otro ya estábamos en el set practicando el armado de la escenografía,
cronometrando los tiempos que nos llevaba, probando a los actores, analizando
los ángulos de cámara y los planos del cortometraje.
Desde mi perspectiva creo que logramos cumplir nuestras
tareas, y hacer sentir a todos cómodos, comunicados, y con las panzas llenas. Y
una vez que se terminó nuestro trabajo de producción empezó desempeñarse el
papel de obreros. Jamás en mi vida había logrado colgar un estante y ahí estaba
yo en el día del Rodaje clavando paneles. Esto sin duda no se iba a quedar sin
consecuencias, mi dedo gordo sufrió por ello, pero valió muchísimo la pena.
Vernos a todos trabajar en equipo, ayudarnos en los
refuerzos, pudiendo opinar sin confrontaciones fue algo alucinante, más cuando
desde un principio nos hacían tanto hincapié en no sobrepasarnos de nuestros
roles y no generar discusiones. Y haber logrado un equipo tan unido, a pesar de
la diversidad y cantidad de gente que éramos par mi fue lo más gratificante.
Y por supuesto así lo sea también la historia de Alberto
y Celina, deslumbrando a los espectadores que la vean y soñar con un final de
proyecto ideal para todos.
Comentarios
Publicar un comentario